Imagina entrar en un supermercado y encontrar los plátanos al lado de las bombillas, la leche junto a la pintura, y el pan… bueno, el pan ni está.
Eso, amigo mío, es lo que siente Google cuando entra en un blog sin estructura.
Caos. Confusión. Y unas ganas tremendas de salir corriendo.
Si quieres que tu blog posicione como un campeón y no como una tienda de barrio que nadie sabe que existe, necesitas orden. Y ese orden se llama estructura SEO.
¿Qué es una estructura SEO para blog?
Piensa en tu blog como en una ciudad. Cada artículo es una calle, las categorías son los barrios, y la página principal es la plaza mayor.
Si las calles no están conectadas o los barrios están mal organizados, ni Google Maps (ni Google Search) sabrán guiar a nadie.
La estructura SEO es básicamente tu plano urbanístico: cómo organizas el contenido para que Google lo entienda, lo indexe y lo muestre felizmente en las primeras posiciones.
Tipos de estructuras: silo, clúster y jerarquías
Aquí es donde muchos se pierden y empiezan a pensar que esto es cosa de ingenieros. Tranquilo, te lo explico como si habláramos de tortillas de patata: fácil, sin cebolla (o con, no vamos a entrar en guerras).
Estructura silo
Un silo es como una estantería de biblioteca.
Cada estantería tiene libros sobre un solo tema. Nada de meter una novela romántica en la sección de física cuántica.
En tu blog, esto significa que cada categoría contiene artículos relacionados y que entre ellos se enlazan, pero no se mezclan con otros temas.
Clúster de contenidos
Imagina un grupo de WhatsApp temático: “Recetas de la abuela”.
En ese grupo hay un mensaje principal (el artículo pilar) y un montón de mensajes secundarios que desarrollan subtemas. Todos se mencionan entre sí y se apoyan para que, al leerlo, tengas una visión completa.
En SEO, un clúster es exactamente eso: un artículo pilar fuerte enlazado con varios artículos satélite sobre subtemas relacionados.
Jerarquías
Aquí hablamos de un árbol genealógico.
Tu página principal es el abuelo, las categorías son los hijos, y los artículos son los nietos.
La jerarquía asegura que todo tenga un lugar y una relación clara, para que Google entienda quién es quién y qué importancia tiene cada página.
Cómo crear tu estructura paso a paso
Si quieres que tu blog sea un paraíso de orden y lógica (y que Google te adore), sigue esta receta:
- Elige tus temas principales
Haz una lista con 3-5 grandes áreas de contenido. Si escribes sobre cocina, podrían ser “Recetas fáciles”, “Técnicas de cocina” y “Nutrición”. - Define categorías y subcategorías
Cada tema principal se convierte en una categoría, y dentro puedes tener subcategorías para afinar más. - Crea artículos pilar
Estos son los posts más completos sobre cada tema. Desde ellos enlazas a artículos más específicos. - Enlaza internamente con cabeza
Piensa en enlaces como carreteras. Si una carretera no lleva a ningún sitio útil, mejor no construirla. - Revisa la navegación
Pregúntate: ¿Podría un lector nuevo encontrar cualquier contenido en 3 clics o menos? Si no, hay que reordenar.
Errores comunes que destrozan tu estructura
- Crear la categoría “Mis cosas” y meter ahí desde recetas hasta consejos de mecánica.
- Enlazar artículos sin sentido, como recomendar “Cómo hacer pan” desde un post sobre “SEO técnico”.
- Cambiar URLs como quien cambia de calcetines: hoy están, mañana no.
- No enlazar nada y dejar que Google adivine las relaciones (spoiler: no lo hará).
Conclusión
Tener una buena estructura SEO no es un capricho, es la diferencia entre un blog que Google entiende y posiciona, y uno que queda perdido en las catacumbas de Internet.
Así que ordena tu contenido, crea silos o clústers, cuida tus jerarquías y, sobre todo, haz que tanto Google como tus lectores sepan por dónde entrar… y por dónde seguir.
¿Listo para reorganizar tu blog? Google ya está afilando el lápiz para tomar apuntes.