¿Has oído hablar de los KPI pero no sabes bien qué son o para qué sirven? Tranquilo, te lo explico con palabras normales y ejemplos de los que entiendes a la primera. ¡Vamos al lío!

¿Qué es un KPI?

KPI son las siglas de Key Performance Indicator, que traducido es algo así como Indicador Clave de Rendimiento. Es una métrica que usamos para saber si lo que estamos haciendo realmente funciona.

Vamos, que no es cualquier número que te lanza Google Analytics. Es el dato clave que nos dice si vamos por buen camino o nos estamos pegando un batacazo.

Por ejemplo: si tienes una tienda online y tu objetivo es vender más, un KPI puede ser la tasa de conversión. Si ese número sube, vas bien. Si baja… algo falla.

¿Para qué sirve un KPI?

  • Para tomar decisiones con datos, no con corazonadas.
  • Para saber si estás logrando tus objetivos.
  • Para detectar errores a tiempo y corregirlos.
  • Para justificar tus acciones con números reales.

Vamos, es como ese colega que no te dice lo que quieres oír, sino lo que necesitas saber.

¿En qué se diferencia un KPI de una métrica?

Buena pregunta.

Todas las KPIs son métricas, pero no todas las métricas son KPIs. La diferencia está en el propósito. Un KPI siempre está ligado a un objetivo importante.

Ejemplo:
– Número de seguidores en Instagram: métrica.
– Porcentaje de tráfico web que viene de Instagram: KPI (si tu objetivo es aumentar visitas desde redes).

Características de un buen KPI

Un KPI tiene que ser:

  • Específico: que mida algo concreto.
  • Medible: con números, no con intuiciones.
  • Alcanzable: nada de metas imposibles.
  • Relevante: que importe de verdad.
  • Temporal: que se pueda medir en el tiempo (semanal, mensual, etc).

Ejemplos de KPIs en marketing digital

  • Tasa de conversión: cuántos hacen lo que tú quieres (comprar, registrarse…)
  • CTR: porcentaje de clics en campañas o resultados de Google
  • Tasa de rebote: los que entran y se van sin hacer nada
  • ROI: retorno de inversión
  • CAC: cuánto te cuesta conseguir un cliente
  • CLV: valor de vida del cliente
  • Tráfico orgánico: visitas que llegan desde Google sin pagar
  • Leads generados: nuevos contactos interesados
  • Tiempo medio en página: cuánto rato pasan en tu web

Mini historia para que no se te olvide

Una vez, un cliente me dijo que su web iba genial porque “entraba mucha gente”.

Pero al mirar los KPIs… la tasa de conversión era del 0,3% y el 80% rebotaba en 5 segundos. ¡Aquello era un escaparate bonito pero vacío!

Cambiamos enfoque, mejoramos los textos y en 3 meses: misma cantidad de tráfico, pero el doble de ventas.
Moraleja: sin KPI no hay estrategia que aguante.

Preguntas frecuentes sobre KPI

¿Cuántos KPIs debería tener?

Pocos, pero bien elegidos. Lo ideal: entre 3 y 5 por proyecto o campaña.

¿Cada cuánto se revisan?

Depende, pero lo normal es semanal o mensual. Si lo haces una vez al año, ya es tarde…

¿Los KPIs son fijos o cambian?

Pueden cambiar. A medida que evoluciona tu negocio, tus KPIs también lo harán.

Conclusión

Un buen KPI no solo mide. Te guía. Te pone los pies en la tierra. Y, sobre todo, te ayuda a mejorar lo que de verdad importa.

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